Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones

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Secretaría de Salud

Campaña de prevención del consumo de marihuana

Sabías que... uno de cada catorce adolescentes encuestados sobre el consumo de marihuana dijo haber consumido por lo menos una vez en el último mes muchos de ellos piensa que consumir es normal o que está bien consumir marihuana porque es "natural". Pero no todas las plantas naturales son buenas. Piensa en el tabaco, por ejemplo.
Hay adolescentes que, al ver que algunos estados están legalizando la marihuana, piensan que no puede ser tan mala. Ya sea legal o no, un riesgo real de la marihuana es la adicción, aproximadamente cuatro millones de personas de 12 años o más sufren un trastorno por consumo de marihuana.
Las investigaciones también demuestran que la marihuana puede dañar el cerebro en desarrollo de un adolescente, es por ello que como uno de nuestros principales objetivo es brindarles información real para que puedas tomar decisiones inteligentes y ser la mejor versión posible de ti mismo.
Una descripción breve de la marihuana es que es la más consumida en el mundo, y que en nuestro país el 17% de la población general reconoce haber probado alguna vez, se conoce en términos comunes y corrientes como:
"hierba", "yerba", "mota", "mafú", "pasto", "maría", "monte", "moy" y "café" en español o "pot", "grass", "reefer", "weed", "herb", "Mary Jane" o "MJ" en inglés. Los cigarros de marihuana se conocen como "porros", "canutos" o "churros" en español o "joints", "huiro", "chilombiana", "paraguaya", o si es en relación a su vía de consumo o adicción a otras sustancias psicoactivas: "pito", "porro", "mono", "canuto", "chorro", "pot", "herb", "grass", "weed", "Mary Jane", "reefer", "skunk", "boom", "gángster", "kif", "ganja", etc. Desde el punto de vista estructural, la marihuana es una combinación de hojas, tallos, semillas y flores de la planta conocida como cáñamo (Cannabis sativa), y puede ser de color verde, café o gris. La Cannabis, que describe a la marihuana y otras sustancias psicoactivas derivadas de la misma planta, incluye la sin semilla, el hachís y el aceite de hachís; es una sustancia psicoactiva que altera la función mental (psicoactiva) porque contiene THC (delta-9-tetrahidrocanabinol) que es el químico activo en la planta de la marihuana, contiene además más de 400 sustancias químicas adicionales.

El efecto de la marihuana depende de la potencia del THC que posee:

  • La mayoría de la marihuana común contiene, de promedio, un 3 % de THC.
  • La sin semilla (que solo lleva los botones y las flores de la planta hembra) tiene de promedio 7,5% de THC, pero puede llegar a tener hasta 24%.
  • El hachís (la resina gomosa de las flores de las plantas hembras) tiene un promedio de 3,6 por ciento de THC, pero puede llegar a tener hasta 28 por ciento.
  • El aceite de hachís, un líquido resinoso y espeso que se destila del hachís, tiene un promedio de 16% de THC, pero puede llegar a tener hasta 43%.

"La marihuana es la sustancia psicoactiva más consumida por los que los adolescentes, expertos declaran que es la sustancia psicoactiva de impacto en nuestros tiempos es decir la tercera más consumida, ya que las sustancias psicoactivas de inicio son el alcohol y el tabaco". Desde el punto de vista clínico es muy difícil saber con certeza cuándo un adolescente está consumiendo sustancias psicoactivas, en este caso marihuana, pero algunos signos pudieran alertarnos:

  • Inmediatos:
  • Mareos o dificultad para caminar
  • Risa sin razón, actuar como "tonto"
  • Ojos rojos e irritados
  • Dificultad para recordar hechos recientes
  • Sueño intenso
  • A largo plazo:
  • Cambios de conducta
  • Cambios fluctuantes del ánimo
  • Aislamiento social
  • Descuido de apariencia personal
  • Deterioro en rendimiento académico
  • Cambios en la alimentación
  • Trastornos del sueño, fatiga, insomnio
  • Menor interés por los deportes

Dada la particularidad de la adolescencia, donde muchos de estos síntomas y signos pueden atribuirse a muchas otras causas, tanto del desarrollo normal del joven como por presencia de patologías, nos hace además aconsejar a los padres que observen en casa cosas como:

  • Presencia de pipas o papeles para enrrollar cigarrillos
  • "Olor" en la ropa o en la habitación
  • Uso de incienso o desodorante en el aire
  • Uso de gotas para los ojos
  • Literatura que promueva el uso de sustancias psicoactivas, etc.

La marihuana (THC) permanece en el organismo del individuo varios días después de su consumo, y cuando es crónico hasta varias semanas después de su uso.
Hasta la fecha no hay medicamentos para tratar la adicción a la marihuana, concentrándose muchas de las acciones del tratamiento en la consejería individual y de grupo, apoyo con y para la familia y sistemas de grupos de apoyo.
Estamos seguros que si se entregará a los padres no solo información sobre las sustancias psicoactivas, sino que también herramientas que los ayuden a comunicarse en mejor forma con sus hijos y así poder además desarrollar con ellos habilidades que los fortalezcan para enfrentar mejor situaciones de riesgo, nuestra sociedad no estuviera tan contaminada. Por otra parte, el rol que cumplen los profesores es fundamental, tanto programático (a través de los objetivos transversales) como extraprogramático (uso del tiempo libre y promoción de estilos de vida saludables).
Con el adolescente mismo, que nos refiere consumo de marihuana, lo primero es la necesidad nuestra de aceptar al paciente incondicionalmente, sin rechazos ni estigmatizaciones con el fin de lograr una relación empática y con aseguramiento de la confidencialidad mientras esto no signifique compromiso vital. Se deberían evaluar las conductas y/o factores de riesgo, muchos ya descritos con anterioridad, y a la vez entregar herramientas de trabajo en conjunto realistas, que no creen falsas expectativas, de autoimagen y autoeficacia. Aquellos estudiantes que perciben a sus padres y/o sus familias cercanos y preocupados por ellos, que perciben a las sustancias psicoactivas como sustancias que les podrían "traer problemas", que creen firmemente en aquellas actividades que promueven su desarrollo en forma saludable (deportes, actividades socioculturales, religiosas, etc.); tienen mucho menos posibilidades de desarrollar conductas de riesgo como el consumo de sustancias psicoactivas, que muchas veces van unidas a otras conductas de riesgo en el adolescente.

También puedes consultar:

Marihuana

Servicios del IMSAMA

Sustancias psicoactivas

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